Recomendaciones para la Elaboración de Protocolos de Atención Sanitaria a Personas que Rechazan la Terapia con Sangre o Hemoderivados
Introducción
LA CIUDADANÍA cada vez es más consciente de los derechos que tiene respecto a la gestión de la propia salud y enfermedad. Por eso, de manera progresiva, lenta pero imparable, aumenta la demanda de información y participación activa en la toma de decisiones sanitarias. Esto ha hecho surgir un nuevo modelo de relación clínica que denominamos “consentimiento informado”, donde las personas enfermas son reconocidas como los protagonistas centrales del proceso de toma de decisiones1. Así, la decisión última sobre lo que debe hacerse en relación con el diagnóstico o tratamiento de su enfermedad corresponde al propio sujeto de esa decisión: la persona enferma.
Sin embargo los procesos participados entrañan más complejidades que los dirigidos unilateralmente por una de las partes, que son sin duda más sencillos, rápidos y directos. Así sucedía antaño cuando era el médico quien tomaba todas las decisiones por la persona enferma, sin necesidad ni de informarla ni de contar con su opinión, menos aún con su decisión. El hecho de que ahora se acepte que es la persona enferma quien debe tomar la decisión tras un proceso de información implica que se pueden producir resultados –decisiones- que no siempre resultan fáciles de aceptar por quienes lo rodean. Quizás la decisión más controvertida es aquella en la que el paciente rechaza una intervención propuesta por los profesionales, quienes la consideran necesaria para garantizar su salud, curar su enfermedad o, simplemente, salvar su vida. Este tipo de decisiones son las que tensionan de manera más profunda el modelo del “consentimiento informado”, pues entrañan un notable conflicto entre valores tan importantes como son, por ejemplo, la vida y la libertad.
Aunque este tipo de decisiones difíciles ha ido variando con el tiempo respecto al tipo de terapias o situaciones clínicas implicadas, haciendo aparecer decisiones tan complejas como la de aceptar que una paciente consciente y capaz solicite ser desconectada de una ventilación mecánica aun a sabiendas de que seguramente ello precipitará su muerte , lo cierto es que hay una con una larga tradición: el rechazo a recibir sangre o hemoderivados.
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- Portada e índice. PDF (547 KB)
- Introducción y justicicación. PDF (452 KB)
- Consideraciones éticas, deontológicas y jurídicas. PDF (532 KB)
- Consideraciones técnicas. PDF (466 KB)
- Planificación de actuaciones. PDF (453 KB)
- ¿Qué debe incluir un centro sanitario del SSPA en su protocolo de atención sanitaria para pacientes que rechazan terapia con sangre o hemoderivados?. PDF (428 KB)
- Anexos. PDF (630 KB)
- Bibliografía. PDF (518 KB)
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