La construcción de una ciudadanía andaluza global, formada e informada, implica un proceso educativo en las siguientes líneas de trabajo.
Sensibilizar y aumentar el grado de conocimiento y compromiso de las andaluzas y andaluces con los problemas globales, con especial atención a la promoción del voluntariado como elemento esencial de la sensibilización y transformación ciudadana
La Agenda 2030 es la urgente hoja de ruta que seguir para afrontar y resolver los retos del mundo globalizado y las desigualdades acrecentadas a raíz de la pandemia de la COVID-19. La Agenda supone el marco de trabajo compartido para seguir avanzando en el compromiso para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Conocer la Agenda, los retos, las oportunidades que plantea, las corresponsabilidades que exige y la capacidad de cambio y transformación que cada persona tiene, es fundamental. De ahí la puesta en marcha de campañas e intervenciones que difundan la Agenda y su papel clave en la lucha contra la pobreza y la desigualdad en el mundo con llamamientos a acciones individuales y colectivas para su consecución.
Las cuestiones relacionadas con la movilidad en general y las migraciones forzosas en particular también requieren de una mirada desde el enfoque de derechos para comprender las causas estructurales que la propician, alejándonos de prejuicios y percepciones erróneas y que nos permitan combatir la xenofobia, la aporofobia y el racismo.
Impulsar la inclusión en el sistema educativo andaluz de valores, actitudes, competencias y metodologías encaminadas a la acción para conseguir un mundo mejor (educación formal)
La inclusión en el currículo educativo de mecanismos para dotar al alumnado de herramientas para comprender el mundo, de competencias socio-afectivas para manejarse en él y desarrollar su capacidad crítica fomentando valores de dignidad humana, igualdad, justicia, solidaridad y participación.
El ODS 4 persigue garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todas y todos. La meta 4.7 propone que el alumnado adquiera “los conocimientos teóricos y prácticos necesarios para promover el desarrollo sostenible, entre otras cosas mediante la educación para el desarrollo sostenible y los estilos de vida sostenibles, los derechos humanos, la igualdad de género, la promoción de una cultura de paz y no violencia, la ciudadanía mundial y la valoración de la diversidad cultural y la contribución de la cultura al desarrollo sostenible”. El alcance de esta meta pasa por una educación transformadora que requiere que el conjunto de administraciones y actores con competencias y roles en el sector educativo se sumen a este compromiso asumiéndolo como propio. De este modo, se dotará a las acciones de la amplitud necesaria para multiplicar impactos y crear sinergias en línea con el enfoque multiactor multinivel.
En esta aspiración a concienciar y formar a toda la comunidad educativa para abordar los procesos de Educación para el Desarrollo de manera integral, la mirada hacia las niñas, niños y jóvenes es la de considerarlos como auténticos agentes de transformación, a los que escuchar, dar voz y posibilitar espacios de participación para que encaucen su capacidad activista y transformadora devolviéndoles a ellos el debate y la capacidad de transformación social.
Promover espacios de capacitación y formación a lo largo de la vida (educación no formal)
Junto al ámbito de la educación formal, la educación no formal e informal suponen espacios idóneos para el ejercicio de la participación y el compromiso social. Permite generar iniciativas de co-creación en las que aprovechar la experiencia y buen hacer de los agentes andaluces para hacer transversal el enfoque educativo transformador.
Así, la promoción de espacios de formación y capacitación, la integración y articulación de redes, instituciones y organizaciones para la comunicación y el intercambio de experiencias; las redes de aprendizaje servicio y la creación de espacios para el trabajo en red.
Formar y capacitar a la sociedad para mejorar la calidad de la política de cooperación para el desarrollo
Poniendo de relieve la ventaja comparativa y el valor añadido de sectores de la cooperación andaluza, se trabaja para fortalecer y desarrollar las capacidades de las y los agentes andaluces a través del apoyo a la formación especializada que posibilita contar con profesionales altamente cualificados que lideran la búsqueda de soluciones a contextos complejos y cambiantes.
Fomentar la investigación e innovación aplicada a resolver problemas concretos del desarrollo en los países socios, con tratamiento integral de la investigación, el desarrollo tecnológico y la innovación para mejorar el conocimiento sobre los procesos que influyen en el desarrollo socioeconómico.
Informar, comunicar y rendir cuentas a la ciudadanía
En coherencia con la concepción de una ciudadanía andaluza consciente, crítica y participativa, la comunicación permite incidir en la inclusión de las cuestiones sobre el desarrollo en la agenda de prioridades de la ciudadanía. Esta comunicación para transformar supone, además de brindar información, crear espacios reflexivos, abiertos y participativos desde donde empoderar a esta ciudadanía de modo que se convierta en emisor activo y partícipe en los procesos de cambio social.
Esta comunicación para el cambio social se convierte en un elemento clave para cumplir con los ODS facilitando la coordinación y complementariedad entre los distintos agentes de la cooperación andaluza para generar su crítica y corresponsabilidad y potenciar la imagen interna y externa de Andalucía en materia de cooperación internacional y solidaridad.
Además de ello, la cooperación andaluza reconoce al voluntariado como uno de los agentes clave en el fomento de la solidaridad. De hecho, se promueve su participación en las intervenciones que se apoyan, siendo aproximadamente 1.500 voluntarios y voluntarias por año. Además, las entidades cuentan con voluntarios para otras actividades, habiendo calculado para 2020 la Coordinadora Andaluza de ONGD, CAONGD, que en sus casi 70 entidades socias, participaron más de 10.000 personas voluntarias.
También se apoyan intervenciones que tienden a formar al personal voluntario o ciudadanía interesada en la materia, como el proyecto de Intered Escuela de formación de voluntariado andaluz.
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