Inspección y Control de la Calidad
Importancia de la calidad agroalimentaria
La industria agroalimentaria es uno de los sectores estratégicos más relevantes de Andalucía, tanto por la generación de empleo, como por proporcionar un importante valor añadido a los productos agrarios de la Comunidad Autónoma, hasta situarse la agroindustria andaluza en el cuarto sector en cuanto a aportación a su producto interior bruto (PIB).
Para alcanzar altos niveles de competitividad, la agroindustria andaluza ha tenido que ir adaptándose a los nuevos tiempos, en un proceso continuo de renovación y adaptación a las condiciones que marcan las nuevas tendencias del mercado y las exigencias cada vez mayores de los consumidores, que buscan productos de mayor calidad, más innovadores, cómodos en su presentación a la hora de elegirlos, a la vez que un mayor grado de sostenibilidad y seguridad en los mismos.
Por estas razones, la Administración andaluza es consciente de la necesidad de velar porque la comercialización de los productos agroalimentarios cumplan todas las exigencias que la normativa europea, estatal o autonómica imponga a los operadores de la cadena alimentaria en origen.
La defensa de la calidad de los productos agroalimentarios y la comprobación de la adecuación de sus características a la legislación general y específica, constituye un objetivo primordial de la Consejería
Para ello por parte de la Consejería se realiza un plan de inspecciones a todas las industrias al objeto de detectar las infracciones y posibles fraudes de la calidad agroalimentaria, entendiéndose como fraude como cualquier incumplimiento intencionado de la normativa aplicable en materia de calidad agroalimentaria, con el fin de obtener un beneficio ilícito y engañar al consumidor.
¿Para que sirve el control de la calidad agroalimentaria?
Para garantizar la calidad de los productos andaluces, la defensa del consumidor frente a fraudes relacionados con la calidad de los productos que se venden y la lucha contra la competencia desleal entre operadores económicos.
El aseguramiento de los estándares de calidad de los productos andaluces, en nuestra Comunidad Autónoma cuenta con la Inspección de Calidad, cuya finalidad básica es la protección de los intereses económicos de los actores de la cadena agroalimentaria (productores, transformadores y consumidores), en relación a la conformidad de los productos en materia de calidad, y garantizar la transparencia y competencia leal de las transacciones comerciales.
Actuaciones del control
Enmarcados dentro del Plan Nacional de Control Oficial de la Cadena Alimentaria (PNCOCA) en Andalucía actualmente se están llevando a cabo los siguientes controles en los operadores de las Industrias Agroalimentarias:
• Control de la Calidad Comercial
• Control de la Calidad Diferenciada
• Control de los Puntos de Venta
En concreto, se centran en la detección de fraudes, limitando así los posibles engaños, falsificaciones, adulteraciones, prácticas no autorizadas o prohibidas o cualquier otro tipo de infracción a la reglamentación en materia de calidad alimentaria, que puedan suponer un perjuicio económico para cualquiera de los actores de la cadena.
Se engloban, también, las denuncias europeas, la atención a las alertas establecidas, la protección de la producción ecológica andaluza, la vigilancia del uso indebido de marcas de calidad diferenciada andaluzas, tales como Denominación de Origen Protegida (DOP), Indicación Geográfica Protegida (IGP) o Especialidad Territorial Garantizada (ETG), el auxilio a las fuerzas y cuerpos de seguridad en labores de investigación sobre productos agroalimentarios y otras obligaciones comunitarias recogidas en la reglamentación sectorial como los controles de conformidad en el aceite de oliva.
Control oficial de la Calidad Diferenciada en origen
Además de los controles correspondientes al Plan de Control de la Calidad Alimentaria, a ejecutar por la Inspección de Calidad, existen otras líneas de actuación entre las que cabe destacar la supervisión a los organismos de control ecológicos o de las figuras de calidad diferenciada (Denominaciones de Origen Protegidas (DOP), Indicaciones Geográficas Protegidas de productos agroalimentarios no vínicos (IGP) e Indicaciones Geográficas Protegidas de bebidas espirituosas (IGBE)) que tienen delegado el control oficial por parte de la Consejería competente en materia agraria y pesquera.