Plan CUSSTA

El Plan CUSSTA (Plan de Conservación y Uso Sostenible de Setas y Trufas de Andalucía) iniciado en 2001, tiene como propósito la conservación y el aprovechamiento sostenible del recurso micológico, esencial por su papel ecosistémico  y su contribución al desarrollo socioeconómico.

Se trabaja en 4 áreas de conocimiento dirigidas por unos objetivos generales: Patrimonio micológico andaluz, Gestión sostenible de los recursos micológicos, Conservación de los recursos micológicos, y Participación y educación micológico.

En cuanto a la gestión del recurso micológico, durante una década, se ha trabajado en la caracterización y cuantificación de estos recursos en los principales hábitats productores de setas y trufas de Andalucía, evaluando la producción de especies comercializables mediante un muestreo semanal en aproximadamente 325 parcelas. Uno de los objetivos de este trabajo es la  elaboración de un modelo de gestión micológica sostenible en la región.

En el ámbito de la conservación de la flora micológica, y como consecuencia de la realización de actuaciones encaminadas a frenar la pérdida de biodiversidad, se ha trabajado también con los hongos del Listado Andaluz de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial y Catálogo Andaluz de Especies Amenazadas, incluidas en el Decreto 23/2012, de 14 de febrero, por el que se regula la conservación y el uso sostenible de la flora y la fauna silvestres y sus hábitats. 

Las acciones del Plan de CUSSTA son llevadas a cabo por personal que aporta AMAYA, en concreto, por el equipo de conservación de flora y hongos, que está formado en micología, tanto en taxonomía de hongos como en la gestión sostenible. El trabajo de campo necesario para estos trabajos, destaca la importancia de contar con un equipo multidisciplinar que de apoyo técnico en el muestreo, inventario y caracterización de los recursos micológicos. Aunque la formación especifica en taxonomía se inició en 2012, acumulamos más de 20 años de experiencia en la conservación de la micoflora andaluza. Asimismo, se mantiene una comunicación activa con Asociaciones micológicas y destacados micólogos e investigadores.
           
Además del uso de herramientas de geolocalización para la realización de cartografía, el procesamiento y la clasificación taxonómica de hongos requieren técnicas de microscopía o el uso de reactivos químicos y materiales de laboratorio. Por otra parte, aunque la divulgación micológica está en alza, el acceso a la información técnica implica consultar bases de datos y solicitar datos a micólogos y universidades, entre otros.

Lo trabajos relacionados con la gestión sostenible se han realizado, en su mayoría, en montes públicos ordenados, pero dado que Andalucía tiene una gran variedad de sistemas ecológicos que posibilitan la existencia de una elevada biodiversidad micológica, el ámbito de trabajo se refiere a todo el terreno forestal.

Herbario JA

Dentro de las actuaciones del Plan CUSSTA, en el año 2003, se creó el Herbario JA, acrónimo reconocido oficialmente en el Index Herbariorum. Es un fungario o herbario especializado en hongos en el que actualmente se conservan más de 9.000 muestras deshidratadas de hongos y mixomicetos. Se encuentra situado en el Centro Andaluz de Micología y Jardín Micológio La Trufa en Priego de Córdoba.

Además de la colección general del herbario, hay que destacar la colección de tipos nomenclaturales. El herbario se nutre de las exsiccata que nos mandan gran cantidad de micólogos y, en menor medida, de las que se recolectan por los técnicos del Plan CUSSTA. Por el volumen y variedad de registros constituye una herramienta fundamental para el estudio de la taxonomía, corología, ecología, biodiversidad y conservación de los hongos en Andalucía.

El herbario JA es conservado por un botánico, formado en micología, del equipo de conservación de flora y hongos de la Agencia. En caso de necesidad se cuenta con el apoyo del resto de técnicos del Plan CUSSTA y del personal del Jardín Micológico La Trufa que forman también parte de este equipo.

Para la conservación del herbario es muy importante mantener unas condiciones ambientales de humedad y temperatura adecuadas. Por ello está instalado en una habitación aislada que cuenta con un sistema de climatización independiente del resto del edificio y un sistema de deshumidificación. También hay que evitar el ataque de insectos para lo que periódicamente se somete a una desinsectación química y a la congelación de todos sus fondos.

Cuando se recibe una muestra deshidratada, ésta es sometida a un protocolo para garantizar su conservación y la del resto del herbario. Se somete a una deshidratación complementaria en un deshidratador por ventilación con aire caliente, acondicionamiento en un sobre con papel de seda, bolsa hermética de plástico u otro recipiente, etiquetado y congelación durante un periodo de una semana. Solo después de haber sido sometida a este proceso, la nueva muestra pasa a la colección del herbario.

El herbario adquiere todo su sentido cuando es utilizado por investigadores. Además de poder consultar su base de datos en GBIF, existe un servicio de préstamo con el cuál se ponen los fondos del herbario a disposición de los micólogos investigadores. Para materiales muy delicados también es posible que el investigador se desplace al herbario y allí se le facilitan las muestras y útiles necesarios (lupa, microscopio etc.).

El ámbito geográfico principal del herbario JA es el territorio andaluz. La mayor parte de su contenido procede de recolecciones realizadas en Andalucía (más del 95 %), perteneciendo el resto a otras comunidades autónomas (Aragón, Asturias, Baleares, Canarias, Cantabria, Castilla La Mancha, Castilla León, Cataluña, Galicia, Madrid, Navarra y Valencia) o a otros países (Portugal, Marruecos, Francia, Noruega y Estados Unidos de América).