La entrada y expansión de especies invasoras es un problema creciente que compromete la conservación de los ecosistemas naturales en Andalucía. Existe una abundante legislación que obliga a la gestión de estas especies, desde las medidas de prevención de entrada y expansión a las medidas de reducción de poblaciones seleccionadas ya existentes.
La gestión de especies invasoras en Andalucía trata de lograr la reducción de la presión competitiva de las especies invasoras en áreas seleccionadas y, simultáneamente, dificultar la extensión de aquellas que son introducidas intencionadamente. Ello pasa por:
- Seleccionar las especies y poblaciones en las que, mediante criterios objetivos de filtrado, se considere factible obtener un efecto duradero mediante actuaciones de gestión.
- Adoptar, cuando resulte preciso, medidas normativas destinadas a dificultar la propagación intencionada o el riesgo de escape de algunas especies.
Las tareas involucran siempre personal técnico altamente especializado en la gestión de invasoras desde enfoques que buscan la optimización de la gestión de los recursos y de obtención y mantenimiento de resultados. Los profesionales que destina la Agencia de Medio Ambiente a estas funciones realizan tareas de evaluación de casos, asesoramiento en el diseño, planificación y ejecución de las medidas a adoptar, así como el análisis de los resultados obtenidos.
La amplitud de extensión del territorio andaluz, las complejas características de los ecosistemas, la continua presión de entrada y asentamiento de nuevas especies y la expansión de las ya presente, implican la necesidad de establecer criterios para la selección de casos de invasión a tratar y la asignación de los recursos correspondientes. Paralelamente, es imprescindible que las actuaciones deban ser lo más selectivas posibles para la especie a tratar, y que no generen impactos más graves y duraderos de los que ya provoca la especie invasora. Finalmente, es imprescindible disponer de información que permita tanto seleccionar las actuaciones respecto al mejor efecto que pueda generarse (selección de hábitats o especies amenazados o escasos) como adoptar perspectivas realistas acerca de la viabilidad de cada actuación (eficacia, duración de efectos, costes, coste de oportunidad, etc.). Todo ello conlleva la necesidad de contar con personal con experiencia en materia tanto de gestión de invasiones como de los recursos públicos, y hace imprescindible criterios de actuación que estén basados en múltiples variables a fin de intentar optimizar la eficiencia del trabajo.
Dado que no existe una única tipología de invasión, sino que depende de las características de la localidad invadida, los trabajos deben ajustarse y particularizarse a cada realidad concreta. De este modo, la gestión de una misma especie invasora puede abordarse mediante diferentes metodologías en función del tipo de ambiente, los usos existentes, la accesibilidad, etc. Generalmente la reducción de poblaciones se restringe, por viabilidad, al ámbito terrestre. En el caso de las especies vegetales su tratamiento puede incluir el empleo de maquinaria y fitocidas, mientras que en el caso de la fauna puede requerir el rastreo y posterior captura mediante diversos sistemas que eviten el daño a las especies nativas.
El ámbito territorial abarca, potencialmente, la totalidad de hábitats naturales de dominio público de Andalucía, aunque en las proximidades del litoral la presión de invasión es más intensa en hábitats terrestres interiores. Dicho ámbito es de acceso público y puede ser consultado en la Red de Información Ambiental (REDIAM). La mayoría de estas zonas quedan englobadas dentro de la Red de Espacios Naturales Protegidos de Andalucía y Montes Públicos de Andalucía.
Más ejemplos en este documento sobre actuaciones de especies exóticas invasoras.
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