Plan de recuperación y conservación de peces invertebrados en medios acuáticos epicontinentales

Los ecosistemas acuáticos continentales de Andalucía albergan una comunidad de especies con un alto nivel de singularidad y un enorme interés ecológico. A este hecho contribuyen, entre otras, razones biogeográficas, que han generado fenómenos de especiación, contribuyendo a la aparición de numerosos endemismos.

Por otro lado, los hábitat acuáticos andaluces están sometidos a una enorme variabilidad ambiental por lo que en general, los organismos están adaptados a dichas condiciones. Este proceso se ha acelerado en las últimas décadas por el cambio climático, por lo que muchos organismos se encuentran al borde de la extinción, derivado de la degradación, desaparición y/o fragmentación de sus hábitat.

El Plan de recuperación y conservación de peces e invertebrados de medios acuáticos epicontinentales establece medidas de protección para ocho especies en peligro de extinción:

• Seis peces: el salinete (Aphanius baeticus), el fartet (Aphanius iberus), el esturión (Accipenser sturio), la lamprea (Lamprea lamprea), el jarabugo (Anaecypris hispanica) y la bogardilla (Squalius palaciosi)
• Una libélula: Macromia splendens
• El cangrejo de río autóctono (Austropotamobius pallipes)

Y siete especies vulnerables

• Un pez: blenio de río (Salaria fluviatilis)
• Dos libélulas: Oxygastra curtisii y Gomphus graslinii
• Un plecóptero: Leuctra bidula
• Un caracol: (Orculella bulgarica)
• Dos almejas de río (Unio gibbus y Unio tumidiformis).

La finalidad del Plan es conseguir reducir el grado de amenaza de estas especies y conseguir poblaciones sostenibles de las especies.

Las actuaciones del Plan de Recuperación se ejecutan a través de su equipo de campo (técnicos y auxiliares de campo de la Agencia de Medio Ambiente y Agua de Andalucía, M.P.), que se distribuyen en función de la situación de las subpoblaciones conocidas. Dicho equipo está coordinado por un coordinador-técnico responsable de la implementación global del Plan. Todos ellos cuentan con una amplia experiencia. La función básica del equipo de campo es la localización, evaluación y seguimiento de las poblaciones de peces e invertebrados adscritas al plan de recuperación. Asimismo se localizan hábitats potenciales para las especies basados en criterios de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), con objeto de reintroducir la especie en nuevos hábitat adecuados.

Una acción fundamental para la recuperación de las especies es la conservación ex situ en centros de cultivo.  Existen 3: el de Los Villares en Córdoba,  La Ermita en Granada y el río Borosa (Jaén).

• Centro de La Ermita (Huétor Santillán-Granada): Está situado en el Parque Natural de la Sierra de Huétor, se trata de un centro de media-alta montaña que recibe aguas oligotróficas a muy baja temperatura, apropiado para el cultivo de especies como la trucha común o el cangrejo de río. Los cultivos son semi-intensivos, lo que quiere decir que se fuerza parcialmente el rendimiento mediante la alimentación suplementaria, y sobre todo se intensifica las fases larvarias.   El cangrejo de río, catalogado en peligro de extinción, es objeto de cultivo de dicha instalación, siendo el objeto último la producción de unos 35.000 ejemplares/año, para la reintroducción en áreas de distribución histórica donde se han corregido las causas de extinción. Cuatro líneas genéticas son cultivadas (Andalucía, Cazorla, Ronda y Almijara). Gracias a las labores de conservación realizadas en los últimos años, las poblaciones de especie se han triplicado, mejorando notablemente el estado de conservación de la especie. En cuanto a la trucha común, no está incluida dentro del plan de recuperación antes citado, pero presenta un fuerte declive en el medio natural ligado a la degradación de los ecosistemas, así como al cambio climático. De este centro se han obtenido más de 100.000 alevines en los últimos años provenientes de cuatro líneas genéticas (ADS1, ADS4, ADS5, ADS7), lo que ha servido para reforzar numerosas poblaciones, así como recuperar tramos fluviales perdidos por la entrada de especies exóticas.
• Centro de Los Villares (Córdoba): este centro se encuentra en Cerro Muriano. Las instalaciones cuentan con todo el material y la dotación tecnológica necesarios para desarrollar el estudio, cría, conservación y recuperación de las distintas especies, basándose en sistemas de cultivo intensivo. De este modo, el centro dispone de un sistema de reserva y acondicionamiento de agua, sistemas de emergencia, vigilancia y de vertidos, módulos de cuarentena, reproducción y cría larvaria, unidad de producción de zooplancton, y otras áreas como zona de máquinas, invernadero y laboratorio. El centro fija sus objetivos fundamentalmente es especies como el salinete, el fartet, el jarabugo o el blenio, así como puntualmente en el engorde de angulas, con objeto de constituir un reservorio genético al tiempo que se producen ejemplares para la reintroducción en áreas potenciales predefinidas.
• Centro del río Borosa (Jaén). El centro cría del río Borosa, ubicado en el Parque Natural de las sierras de Cazorla, Segura y Las Villas, está centrado en el cultivo del cangrejo de río y complementa las labores llevadas a cabo en La Ermita de Granada. La cría del cangrejo de río comenzó en el centro en el año 2004, a partir de unos pocos ejemplares procedentes del propio parque natural.  Durante estos años se han criado varios miles de ejemplares, que se han destinado a su reintroducción en el medio natural para la recuperación de poblaciones extinguidas y el reforzamiento de poblaciones escasas y amenazadas.

Para cumplir los objetivos de los centros de cultivo se han llevado a cabo estudios genéticos de gran parte de las especies identificando los haplotipos existentes así como su variabilidad. La restauración del hábitat es necesaria en algunos ambientes, por lo que se ha llevado a cabo la creación de charcas, revegetación y limpieza de algunos ecosistemas. Actualmente está proyectada la implementación de nuevas técnicas de detección como el ADN ambiental, consistente en la recolección y filtrado de material en el hábitat muestreado para la detección del ADN de las especies objeto de estudio.