El convento Santa María de los Reyes
Pese a su humilde escala y a su desnudez artística, el antiguo convento de Santa María de los Reyes muestra un rico pasado. Las investigaciones recientes han develado un solar y un edificio peculiar: en lo que respecta al subsuelo, estamos sobre una necrópolis romana, sobre un barrio almohade y, posiblemente, sobre el palacio bajomedieval del “rey moro de Baeza”; y en lo que atañe al suelo, estamos ante unas casas mudéjares, levantadas al inicio del siglo XVI y vinculadas a la nobleza municipal y al linaje de la Casa de Niebla; ante un palacio del Renacimiento, formalizado hacia 1600, la única huella que ha quedado en Sevilla de la estirpe de Colón, de los duques de Veragua y condes de Gelves; ante una cárcel secreta de la Inquisición hispalense; y ante un convento de dominicas descalzas fundado en 1611, bastión del Barroco y la Contrarreforma. La ocupación conventual entre 1635 y 1970 ha marcado la memoria del solar, y como tal ha pasado a la Historia de Sevilla, vinculado a personajes como la Madre Francisca Dorotea, su fundadora, a la que retrató Murillo, el poeta Juan de Salinas, o el arquitecto diocesano Diego Antonio Díaz, que proyectó su nueva iglesia en el siglo XVIII.
Y pese a tan accidentada vida, el edificio conserva sus ámbitos esenciales: el compás murado de merlones; la iglesia nueva, desnuda por el incendio de 1991; el magnífico patio con sus columnas de Génova, capiteles heráldicos y fuente de azulejos trianeros; las grandes estancias o “palacios” que ciñen tres de sus lados, uno de ellos cubierto por un artesonado renacentista; el noviciado decimonónico con sus celdas; y el jardín o huerta, donde campa una noria de sabor medieval y dos ombúes, monumento natural, árboles “colombinos” que podrían ser los más antiguos de Sevilla.
Desde 1986 el edificio es propiedad de la Junta de Andalucía y está gestionado por la Consejería de Fomento, Infraestructuras y Ordenación del Territorio. A partir de entonces se acometieron trabajos dirigidos a la consolidación y rehabilitación de las Áreas destinadas al uso público: iglesia principal, compás y coro bajo, que culminaron en 1992. Desde entonces ha sido una de las salas más activas en el fomento de la arquitectura, el urbanismo, la rehabilitación, la vivienda y la obra pública en Andalucía y en España; sus muros han contemplado jornadas, conferencias y exposiciones en las que han participado destacadas figuras nacionales e internacionales, y en las que Iberoamérica ha tenido voz y protagonismo especial, pues desde aquí se impulsó el reconimiento europeo a la obra de creadores tan destacados como el mejicano Luis Barragán o el uruguayo Eladio Dieste.
En 2015 el edificio se cerró para acometer importantes obras de consolidación estructural sobre los inmuebles de interés patrimonial en torno al claustro y adaptar al uso público sus espacios libres más relevantes: compás, claustro y huerta-jardín. La intervención, financiada con fondos Feder y proyectada por los arquitectos José Morales Sánchez y Sara de Giles Dubois, ha obtenido los siguientes reconocimientos:
- Premio XIII Bienal Española de Arquitectura y Urbanismo 2015
- Premio X Bienal Iberoamericana de Arquitectura y Urbanismo 2015
- Seleccionada 15ª Bienal Internacional de Arquitectura de Venecia 2016
Dichas obras no han acabado la rehabilitación integral del edificio. No obstante, en octubre de 2016 el Convento reabre sus puertas para mostrarse a ciudadanos y visitantes y para seguir desarrollando actividades científicas y culturales que promuevan entre los ciudadanos y los profesionales la sensibilización y el conocimiento de los temas impulsados por la Consejería.