Estrategia Transfronteriza de Desarrollo Territorial para el Bajo Guadiana (Andalbagua)
Esta Estrategia está concebida como un documento de planificación auténticamente transfronterizo, con un tratamiento unitario de la zona del Bajo Guadiana. Desde la lógica de la coherencia territorial constituye un instrumento de consenso político y voluntario con un compromiso de auto-obligación en cuanto a su aplicación.
Con esta Estrategia se da un importante desarrollo al Plan de Ordenación del Territorio de Andalucía, el cual insiste en la necesidad de establecer un modelo territorial común entre Andalucía y el Sur de Portugal.
La coherencia territorial mutua que se plantea intenta superar las decisiones territoriales (localizaciones, zonificaciones y trazados) y los costes innecesarias de una acción aislada, dispersa y descoordinada para apostar por una coordinación y cooperación intersectorial y transfronteriza, que permitirá el aprovechamiento de complementariedades y la generación de economías de escala y de efectos sinérgicos.
La Estrategia persigue tres metas:
- Garantizar un desarrollo del espacio transfronterizo Bajo Guadiana que asegure el pleno aprovechamiento de los recursos y oportunidades de desarrollo existentes
en consonancia con los tres principios rectores de la Estrategia: sostenibilidad, competitividad y cohesión (económica, social y territorial). Se pretende evitar y frecuencia ha dado lugar a una destrucción de los recursos y valores ecológicos, culturales y, sobre todo, paisajísticos que constituyen el capital territorial y factor de diferenciación del Bajo Guadiana. - Asegurar la coherencia del desarrollo urbanístico-territorial a ambos lados de la frontera de Andalucía con el Algarve y el Alentejo, aportando la Estrategia el necesario marco de referencia con criterios compartidos por todos para los instrumentos de planificación urbanística-territorial y las actuaciones de las planificaciones sectoriales de incidencia territorial impulsadas por las autoridades competentes a ambos lados de la frontera.
- Desarrollar los objetivos y líneas de acción de la Estrategia a través de la incorporación de sus previsiones en los instrumentos de planificación urbanística-territorial y las actuaciones de las planificaciones sectoriales de incidencia territorial, impulsadas por las autoridades a ambos lados de la frontera.