Talleres de restauración
El Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico conserva, restaura y pone en valor el patrimonio cultural de diferentes tipologías, naturaleza y procedencia. Ya se trate de bienes muebles, de inmuebles o del patrimonio subacuático, estas intervenciones de conservación y restauración científicas tienen como finalidad mantener su integridad física y recuperar o potenciar todos los valores culturales.
En el IAPH entendemos la conservación como un proceso integral donde la calidad en las actuaciones pasa por el trabajo en equipo y la mejora de todos los procesos vinculados a la intervención.
Los estudios y tratamientos sobre los bienes culturales se realizan mayoritariamente en los propios talleres del IAPH. En nuestras instalaciones entran los bienes muebles que van a ser estudiados y conservados, de acuerdo a los criterios y metodologías desarrollados por la institución y siguiendo unos protocolos específicos durante todo el proceso de intervención. De este modo, la pintura de caballete, la escultura exenta, el patrimonio textil, la platería, el patrimonio arqueológico y el documental y bibliográfico, entre otros, son intervenidos en talleres de tratamiento, específicamente dotados con el equipamiento e instrumental necesario para cada tipo de bien mueble, y siendo atendidos por restauradores especializados en cada materia.
Con la llegada de la obra se inicia un procedimiento complejo donde participa un amplio equipo multidisciplinar que aborda un conjunto de tareas como la documentación del estado de conservación de la obra mediante el examen por imagen con distintas técnicas no destructivas, los estudios históricos de diversas especialidades, los diferentes análisis científicos o la conservación preventiva.
El Centro de Arqueología Subacuática (CAS) del IAPH cuenta en su sede de Cádiz con personal cualificado e instalaciones específicas para tratar el patrimonio de procedencia subacuática, puesto que su conservación plantea problemas específicos derivados de su larga estancia en medios húmedos. Estos bienes alcanzan, mientras se encuentran sumergidos, un equilibrio en su composición interna. Si su extracción no se realiza con la metodología de conservación, provocará la pérdida de su estabilidad y en consecuencia un rápido deterioro del material. Es por ello que la adaptación de estos materiales a su nuevo ambiente requiere de técnicas específicas y de tratamientos prolongados que deben complementarse con una conservación preventiva adecuada.
La conservación y restauración del patrimonio inmueble se realiza in situ, ya se trate de unidades, conjuntos de edificios o estructuras arqueológicas, o de algunos de los elementos que los conforman y son inseparables de los mismos, como sus portadas, retablos, artesonados o pinturas murales. Los criterios y la propuesta de intervención se definen en el proyecto de conservación que además de describir la actuación desde un punto de vista teórico, técnico y económico, planifica espacial y temporalmente sus procesos de ejecución y puesta en obra.Por ello, siempre que no existan las garantías de preservación fuera del medio acuático y de acuerdo con los principios promulgados por la UNESCO, la conservación in situ será considerada como la opción prioritaria para la protección del patrimonio arqueológico subacuático.
El IAPH arranca su trayectoria a principios de los años 90 con los talleres de textil, escultura y pintura, dando respuesta a las necesidades de conservación más apremiantes del patrimonio andaluz. Posteriormente se han creado los talleres dedicados al patrimonio arqueológico, documental y bibliográfico, en consonancia con el progresivo reconocimiento social de estas tipologías.
Entre las piezas intervenidas en estos talleres destacamos por su alta significación cultural, sus valores históricos y artísticos o la especial complejidad de los procesos de restauración:
- Textiles como la bandera de Andalucía de Blas Infante, la Capa Pluvial que Carlos V portó en su coronación en Aquisgrán o la casulla del terno chapado de Fernando el Católico que se conserva en la Capilla Real de Granada
- Esculturas de Martínez Montañés, Juan de Mesa, Antonio Ruiz Gijón, José de Arce o Pedro Duque Cornejo; colecciones de bienes muebles como las de la antigua capilla del palacio de San Telmo de Sevilla o la Iglesia del Santo Cristo, de Málaga
- Imágenes devocionales como la Virgen de Valme, la Virgen de la Capilla patrona de Jaén, Jesús de la Pasión de Sevilla, o la Virgen de los Remedios de Villarrasa
- Arquitectura lignaria como los retablos de los Evangelistas o Santa Ana de Sevilla
- Pinturas de José de Ribera, Jan Sanders van Hemessen, Murillo, Valdés Leal, Pedro Campaña o Hernando de Esturmio
- Patrimonio documental y bibliográfico como De Varia Commensuracion para la escultura y la architectura de Juan de Arfe y Villafañea, el Civitates Orbis Terrarum o un ejemplar de la Biblia de Gutenberg
- Material arqueológico como la Crátera de la Necrópolis Ibérica de Toya en Peal de Becerro (Jaén), la Amazona herida de Écija (Sevilla), el Hipnos de la Villa Romana de “El Ruedo” en Almedinilla (Córdoba), la rueda elevadora de agua de las minas de Riotinto (se expone en el Museo de Huelva) o el Coloso de la Fe Victoriosa (el Giraldillo), veleta que corona la Giralda de Sevilla