Antonio Posadas durante la presentación del proyecto de CTAQUA
El secretario general de Investigación e Innovación de la Consejería de Universidad, Investigación e Innovación, Antonio Posadas, ha asegurado que su departamento activará en 2025 dos grandes líneas de incentivos por valor de casi 22,7 millones de euros dirigidas a promover la actividad innovadora de los centros tecnológicos andaluces. Así lo ha puesto de manifiesto en la presentación del proyecto DEMO-SEA-ZERO llevado a cabo por el Centro Tecnológico de la Acuicultura (CTAQUA) en El Puerto de Santa María (Cádiz), que se está desarrollando gracias a una subvención concedida por la Consejería de Universidad de 129.800 euros.
En la presentación de la iniciativa, Posadas ha explicado que los fondos consignados para el próximo ejercicio están dirigidos a consolidar la actividad de estos centros y se destinarán tanto a fomentar la puesta en marcha de proyectos tecnológicos y de transferencia de conocimiento como a la adquisición de equipamiento. Según ha subrayado, “estos agentes son los más utilizados por las empresas para hacer I+D, contribuyendo, además, a traccionar a las pymes para convertirlas en innovadoras”, al tiempo que ha reconocido que “son los mejores conocedores de la realidad empresarial y de sus necesidades”.
Asimismo, ha hecho hincapié en que los centros tecnológicos son “una pieza de alto valor estratégico” para la innovación que se realiza en el tejido productivo, ya que “ofrecen un gran soporte en forma de consultas, servicios tecnológicos avanzados y apoyo a sus proyectos y programas, mejorando así su posición en el mercado”. Por todo ello, ha justificado este apoyo financiero de la Administración autonómica, con el fin de que esa innovación que generan “redunde en el crecimiento y competitividad de la economía andaluza”.
Por otro lado, el secretario general de Investigación ha remarcado las “valiosas” implicaciones que están asociadas a la iniciativa DEMO-SEA-ZERO, ya que, a su juicio, “están alineadas con la transformación azul que propugna la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). La transformación azul permite reducir al mínimo los impactos ambientales, fortaleciendo la bioseguridad y el control de enfermedades, con apoyo de la tecnología y la innovación, y garantizando resultados equitativos en todas las dimensiones: humana, social, cultural o económica.
En concreto, este proyecto busca mejorar los procesos productivos y de gestión de residuos en plantas productoras andaluzas de productos pesqueros transformados, además de fomentar el desarrollo de productos de valor agroalimentario de alto interés económico. De igual modo, pretende minimizar los residuos generados en las empresas transformadoras, reutilizar estos subproductos para reducir costes, diversificar la oferta, atender nuevas demandas de consumo y, por consiguiente, hacer más competitivas a este tipo de empresas. “Esta nueva línea de trabajo está en sintonía con las políticas de reducción de las pérdidas y del desperdicio de alimentos, cumpliendo con objetivos medioambientales en materia de residuos, y con la filosofía “residuo 0”, ha apostillado.
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