La Consejería de Economía, Conocimiento, Empresas y Universidad, a través de la Agencia Andaluza del Conocimiento, se ha unido al proyecto europeo ‘Participación Estudiantil Sin Fronteras–STUPS (Student Participation Without Borders), iniciativa que se prolongará a lo largo de 32 meses (hasta el año 2022) y que busca sentar las bases de una red europea centrada en el desarrollo de nuevas prácticas con las que aumentar el conocimiento, la cooperación, la capacitación y la concienciación en torno a la participación estudiantil. Dicha participación está considerada como motor de una gobernanza más eficiente y de sistemas de educación superior y sociedades más inclusivos. La finalidad última es encontrar soluciones genuinas a uno de los desafíos más apremiantes dentro de la educación superior, como es la baja participación de los estudiantes.
Este proyecto está liderado por la Universidad de Huelva (UHU) y en él participan, además, la Universidad de Évora (Portugal), la Universidad de Ciencias Aplicadas de Alta Austria (Austria) y la Unión Europea de Estudiantes (Bélgica), la organización estudiantil más representativa de Europa, que agrupa a miembros de 39 países del Espacio Europeo de Educación Superior (EEES).
El proyecto STUPS está enfocado, fundamentalmente, a la comunidad estudiantil y, especialmente, a líderes estudiantiles, estudiantes de entornos infrarepresentados y responsables universitarios con competencias en el fomento de la participación, la inclusión y la igualdad, por ser figuras capaces de entablar un diálogo y de crear conciencia en la comunidad sobre los beneficios de la cooperación y la participación.
Será la Dirección General de Evaluación y Acreditación (DEVA) de la Agencia Andaluza del Conocimiento la que desarrollará las tareas previstas dentro de este proyecto, cofinanciado con más de 312.000 euros por el programa Erasmus+ de la Unión Europea y que busca promover la primera red internacional de innovación para el fomento de la participación estudiantil, uno de los principios básicos y valores sustanciales promulgados por el Plan Bolonia y el EEES.
Garantizar la calidad
El consorcio del proyecto ha sido formado con la idea de crear un equipo equilibrado y complementario que incluyera instituciones de educación superior, una organización de representación estudiantil y también una agencia experta en evaluación y acreditación de actividades universitarias, papel que asumirá la Dirección de Evaluación y Acreditación de la Agencia Andaluza del Conocimiento.
Las funciones de la DEVA consistirán en elaborar, coordinar e implementar el sistema de garantía de calidad de esta iniciativa, así como en la realización del seguimiento y la autoevaluación para la mejora de la misma. Actualmente, la Dirección de Evaluación de la AAC está trabajando en el desarrollo del plan de calidad y del manual de calidad del proyecto STUPS, documentos guía que espera finalizar en febrero del próximo año.
Asimismo, conforme avance el proyecto, se encargará de evaluar el cumplimiento de los protocolos y el seguimiento del Plan de Igualdad e Inclusión, así como las actividades implementadas para la elaboración de los distintos productos intelectuales que surgirán fruto de esta iniciativa. Algunos de estos productos serán un estudio comparado de la participación estudiantil en la UE, cartas de derechos de los estudiantes, un índice de participación estudiantil o una guía y planes integrales con nuevas metodologías para la promoción de la participación estudiantil, entre otros.
Las diversas actividades que se llevarán a cabo durante el proyecto buscan promover un alto nivel de participación e integración, así como garantizar la excelente calidad de los resultados y lograr un impacto sustancial. El método de trabajo será participativo, abierto y transparente, basado en la cooperación horizontal y multidireccional y, dependiendo de la actividad, se utilizará una amplia gama de metodologías como la gamificación, el pensamiento de diseño, el juego de roles y el aprendizaje dirigido.
Se espera que el proyecto STUPS contribuya a una mayor conciencia de los estudiantes, gerentes y responsables políticos. Además, se anticipa la estandarización de un modelo de análisis común de participación estudiantil y una mayor inclusión gracias al aumento en el número de líderes sociales provenientes de entornos desfavorecidos.
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