[LAOGEN] Análisis de los equipos de protección individual según una perspectiva de género
Información general
Resumen de la publicación
Un equipo de protección individual (EPI) es cualquier equipo destinado a ser llevado o sujetado por los trabajadores para que les proteja de uno o varios riesgos que puedan amenazar su seguridad o su salud, así como cualquier complemento o accesorio destinado a tal fin. La decisión de utilizar un EPI debe estar precedida de la evaluación de riesgos, ya que a partir de sus resultados se determinará el conjunto de medidas y actividades preventivas que deben realizarse para eliminar o reducir y controlar dichos riesgos.
La adopción de medidas técnicas de protección colectiva y/u organizativas debe anteponerse a la protección individual. Si esas medidas no fueran suficientes, se utilizarán los EPI como última barrera de protección entre la persona y el riesgo. Cuando la implementación de las medidas de tipo técnico y organizativo requiera un cierto tiempo, se utilizarán los EPI como medida transitoria hasta que dicha implementación se lleve a cabo con plena eficacia.
El EPI debe adaptarse a la persona que lo usa, por ello, para su selección, hay que tener en cuenta los aspectos ergonómicos, las características morfológicas y el estado físico, además de la salud del trabajador que lo debe llevar.
Las diferencias existentes entre hombres y mujeres se deben tener en cuenta a la hora de seleccionar los EPI, ya que un EPI que no se adapte a la anatomía y fisiología del portador, además de no proporcionar la protección adecuada, puede impedir o dificultar la capacidad para realizar una tarea específica pudiendo, incluso, constituir un riesgo para los trabajadores o sus compañeros. Los EPI deben cumplir el aforismo hipocrático primum non nocere ("lo primero es no hacer daño").
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