Durante los días 15 y 16 de febrero tuvo lugar en la Universidad de Sevilla el I Congreso Internacional sobre la Contribución de América Latina a la Sociedad Internacional (CICALS 2024). El evento de naturaleza multidisciplinar estuvo organizado por el Instituto de Estudios sobre América Latina (IEAL) de la Universidad de Sevilla.
En el marco del citado congreso, el profesor Ignacio Ramos Vidal, investigador de LAOGEN impartió una conferencia plenaria en la que examinó los efectos que las conductas antiéticas, y de forma precisa, la percepción de corrupción y la aceptación de la corrupción producen sobre la confianza interpersonal, generalizada e institucional.
Los datos analizados en este estudio preliminar proceden de dos bases de datos: una corresponde al Observatorio de Élites Parlamentarias en América Latina, que incluye más de 3000 encuestas efectuadas durante varias legislaturas a parlamentarios y parlamentarias de 16 países latinoamericanos; y otra procedente de la última recogida de datos del Latinobarómetro publicada a finales de 2023, que incluye más de 19 000 personas, y que constituye una muestra representativa de 17 de América Latina.
En cuanto a los resultados más destacados, la exposición puso de relieve que tanto la percepción de corrupción como la aceptación de la corrupción por parte de la ciudadanía degradan de forma abrumadora la confianza que las personas depositan en las instituciones, en la sociedad en general y en los conocidos. Otro de los resultados destacados del Latinobarómetro apunta a que la confianza en las instituciones es un poderoso determinante de la confianza social generalizada, es decir, que el grado de confianza que las personas depositan en las instituciones del Estado explica gran parte de la confianza que las personas conceden a los demás.
Un dato relevante derivado del análisis de élites parlamentarias es que las mujeres tienden a percibir más corrupción institucional que los hombres, mientras que en la muestra representativa del Latinobarómetro no se aprecian diferencias significativas entre mujeres y hombres con relación a los niveles confianza y a la aceptación de la corrupción. Finalmente, se demostró que cuanto más aceptada es la corrupción en una sociedad menos confía la población en las instituciones.
Al finalizar la exposición se enfatizó la necesidad de implementar mecanismos de control y transparencia destinados a desincentivar las conductas antiéticas como la corrupción, en tanto este tipo de comportamientos reducen la confianza que la ciudadanía deposita en las instituciones del Estado, en la sociedad en general y en el círculo social inmediato.
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