Es frecuente aproximarse a la tecnología, en especial a la digital contemporánea, pero en general a todas las técnicas de la información y la comunicación, así como las audiovisuales, poniendo énfasis en su faceta de riesgo (el lado oscuro), y desde luego no faltan razones para ello. Por ejemplo, recientemente conocíamos el Estudio de la Facultad de Psicología de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU), realizado junto con la Universidad de Navarra, en el que se estima que las personas que envían con mayor asiduidad mensajes sexuales sufren luego mayor ciberacoso. El estudio se centra en las personas adolescentes que envían mensajes y fotografías de carácter sexual (sexting).
No obstante, en más de una ocasión nos hemos referido aquí a sus proyecciones positivas, esto es, a cómo las mejoras tecnológicas de la comunicación, así como las técnicas multimedia (su interacción no solo está dando lugar a consumos mayores de actividades como las cinematográficas, sino a nuevas profesiones en el sector audiovisual) pueden proporcionar beneficios para avanzar en la prevención de los riesgos laborales. Justamente, crecen los estudios y las experiencias prácticas que nos informan de las potencialidades en la salud mental de los juegos electrónicos (los videojuegos), o la realidad virtual (y aumentada) tanto para tratar los trastornos de salud mental, como la ansiedad o la depresión, como promover el bienestar emocional, dentro y fuera del trabajo.
No se trata solo de formar o de concienciar a la población en general, así como a los sujetos de las relaciones de prevención de riesgos laborales (empresas, trabajadores, representantes de las personas trabajadoras, profesionales de la prevención, etc.), de la importancia de atender tempranamente a los factores y riesgos psicosociales, sino de avanzar, al mismo tiempo, en su identificación precoz para contribuir significativamente a la eficacia preventiva. La combinación de las técnicas de formación digital modernas (ej. webinarios) con técnicas de comunicación audiovisual procura progresos. 
En esta dirección aparecen iniciativas como las de la Fundación e-coordina relativa a la “Una Seguridad y Salud en el Trabajo de película”, destacando a nuestros efectos el reciente WEBINAR: “La punta del iceberg. Cuando el trabajo amenaza la salud mental”. El eje de la iniciativa formativa multimedia se sitúa en la conversación (dirigida por una gran especialista en divulgación sobre prevención de riesgos laborales, en especial psicosociales, Dolores Rico), con el director de la película elegida, “La punta del Iceberg”, de 2016 (disponible en Rtve Play4). Se trata de un genuino “thriller laboral” (es decir, una narración cinematográfica de intriga y suspense laboral). En ella se relatan tres situaciones de riesgos psicosociales y daño mental que tienen consecuencias especialmente dramáticas: el suicidio de 3 personas empleadas en una multinacional (TECNOCENTRO). Conviene recordar que la película, a su vez, se basa en una obra teatral
En la célebre plataforma de streaming Netflix se estrenó en 2022 una serie web española, INTIMIDAD, en la que subyace una versión, cinematográfica, recreada, pues, incluso desdibujada, pero identificable, del caso IVECO (suicidio de una trabajadora de esta empresa por la difusión entre la plantilla de un video sexual hecho hace años donde aparecía con su expareja). Centrada en la dialéctica entre la moderna exhibición de la vida privada, en especial en las redes sociales, y la fijación de los límites a la misma por la protección de la intimidad, la serie trata de concienciar sobre la dificultad, sino imposibilidad, de restaurar el daño personal y social causado a la víctima y la discriminación de sexo, pues este tipo de vídeos, como ya se ha evidenciado también en más de una información de esta web, afectan más a mujeres que a hombres.
En esta dirección, todavía más reciente, se dirige el magnífico cortometraje que ha promovido por el Observatorio Vasco sobre Acoso y Discriminación titulado: “Piel Fina”. La historia reconstruye una investigación, a cargo de una instructora designada por la empresa, por denuncia de acoso moral en el trabajo de una empleada, que viene siendo objeto de críticas y conflictos con su superior y con otros compañeros, hombres y mujeres, de la empresa. Al margen de la corrección mayor o menor técnica de este tipo de investigaciones, que, a mi juicio, no es la más adecuada en el plano científico, en la medida en que está muy sesgada y no busca los factores que intervienen en el estado de situación, sino que asume en primera persona la defensa de la trabajadora en contra de los que entrevistan, si bien, ella, de inicio, no creyó a la denunciante, lo relevante está en la capacidad de identificar los principales factores de riesgo psicosocial de índole organizativo que subyace a la narración. Podría pensarse que se trata claramente de un conflicto interpersonal y que se vincula a maneras de ser de cada cual y a las envidias entre el equipo. Pero si se profundiza, emergen de inmediato, factores organizacionales.
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