[LARPSICO] El estrés laboral incrementa significativamente el riesgo de sufrir patologías lumbares
La asociación entre los “factores de riesgo psicosocial” y los “ergonómicos”, por lo tanto, entre las patologías asociadas a aquéllos y las relacionadas con estos, principales causas de baja laboral cuentan con una larga evidencia. Entre las patologías con mayor incidencia están las lumbalgias. Se sabe que más del 80% de las personas experimentarán un episodio de este tipo de dolores en algún momento de su vida, volviéndose una causa altamente incapacitante.
Aunque este tipo de patologías son muy comunes, las personas responden de manera diversa esta afección, atendiendo tano a la causa como a la actitud psicológica de cada persona. Esta interacción entre los aspectos físicos y los psíquicos (el estrés genera dolores musculoesqueléticos, y éstos generan malestar psíquico, en una espiral muy perniciosa cuerpo-mente) ha dado lugar a la identificación de un síndrome específico: síndrome de miositis tensional (SMT).
De ahí que la Agencia Europea de Seguridad y Salud en el Trabajo (EU-OSHA) lleve años preconizando una gestión conjunta o interactiva entre los riesgos ergonómicos y los riesgos psicosociales, en especial la ansiedad y el estrés en los entornos de trabajo. De ahí el origen unitario de la rama de la ergonomía y psicosociología aplicada a la prevención de riesgos laborales que, sin embargo, a lo que parece, se diferenciaría tras la reforma ahora en negociación de la LPRL. Sea como fuere, lo cierto es que estudios más recientes ponen de relieve que esa interacción entre lo ergonómico y lo psicosocial se acentúa, de modo que las patologías por lumbalgias hallan en el estrés (laboral o no) una causa prevalente, mientras que una gestión más eficaz del estrés mejora los pronósticos en el tratamiento de los dolores lumbares. El dolor de espalda también es un síntoma común asociado al estrés, especialmente en el trabajo.
Así se deriva de una investigación de la Universidad Técnica de Dresde (Alemania) confirma, a partir del análisis de otros estudios precedentes, que factores de riesgo psicosocial como la carga de trabajo o el estilo de mando del personal de supervisión y dirección contribuyen de forma prevalente al desarrollo de las lumbalgias. Los resultados aportan evidencias científicas muy sólidas de esta relación entre las exposiciones a factores de riesgo psicosocial en los entornos de trabajo el dolor lumbar crónico y, en consecuencia, abre unas mejores expectativas a las políticas y a los planes de prevención, dentro y fuera de los entornos de trabajo. Y a resultados análogos llega un estudio, en este caso empírico, con una muestra de 1733 personas trabajadoras participantes, de un grupo especializado brasileño (ELSA-Brasil Musculoesquelético: ELSA-Brasil MSK es un grupo de estudio integrado en ELSA-Brasil -un centro de investigación público- que estudia la incidencia y los factores de riesgo de los trastornos musculoesqueléticos, que analizaron varios aspectos relacionados con el estrés laboral y su impacto en la salud ergonómica. El estudio es longitudinal, pues implica un seguimiento durante cuatro años de la población laboral estudiada. Los resultados confirman esa relación significativa entre la exposición al estrés laboral y el desarrollo de CLBP (siglas en inglés del dolor lumbar crónico) a lo largo del tiempo.
La muestra incluyó 1733 participantes que no padecían dolor lumbar al inicio del estudio (2012-2014). Se investigaron los episodios de dolor lumbar en los últimos 30 días, la intensidad y la presencia de discapacidad en seguimientos telefónicos anuales (2015-2018). El dolor lumbar crónico se definió como episodios de dolor lumbar con una duración >3 meses y con al menos una intensidad moderada. Analizaron la incidencia de al menos un episodio de dolor lumbar crónico (CLBP) (sí/no), el número de episodios de CLBP (0, 1, ≥2) y la gravedad/discapacidad de CLBP (ausente, no incapacitante, grave/incapacitante). La asociación entre estos resultados y los terciles de la relación esfuerzo-recompensa, así como cada dimensión del modelo de desequilibrio esfuerzo-recompensa, se investigó mediante “modelos logísticos multinomiales y de regresión de Poisson”, ajustando las variables sociodemográficas y ocupacionales. La mayor prevalencia se daba entre quienes decían sufrir un mayor desequilibrio en la relación esfuerzo-recompensa, aumentando sustancialmente la incidencia de CLBP, así como una mayor frecuencia y gravedad de los episodios sufridos.
Estos estudios añaden la necesidad de adoptar un enfoque psicosocial, tanto en el análisis de las causas de este tipo de dolores, evitando que se hagan crónicos, cuanto en el de los tratamientos, una vez que se han actualizado, por esa interacción cuerpo-mente indicada. Por tanto, con ellos, se contribuye a renovar el enfoque tradicional o clásico en relación a estas patologías. Por lo general, tiende a insistirse -y es lógico- en un enfoque típico de ergonomía sobre el puesto de trabajo (evitar la manipulación directa de cargas y usar las ayudas mecánicas; un buen diseño de las tareas y actividades; informar y entrenar a la persona trabajadora para evitar posturas o movimientos peligrosos), que, sin duda, ayudará a reducir el riesgo, como muestran las pautas a tal fin del INSST. Pero es necesario ir más allá e integrar ambos enfoques para una prevención integral, más eficaz.
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