Jiménez Barrios apuesta por reforzar la cooperación euromediterránea en relación con el desarrollo económico y social
El vicepresidente, durante su intervención.
El vicepresidente de la Junta y consejero de la Presidencia y Administración Local, Manuel Jiménez Barrios, ha señalado la necesidad de relanzar la cooperación euromediterránea “en los temas que interesan a todos y me refiero, sobre todo, al desarrollo económico y social”. Así lo ha manifestado durante la inauguración del seminario ‘Oportunidades y Retos en el Mediterráneo Occidental’, organizado por el Real Instituto Elcano y la Fundación Cajasol. En el acto de apertura, también ha participado el ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo; el presidente del Real Instituto Elcano, Emilio Lamo de Espinosa, y el presidente de la Fundación Cajasol, Antonio Pulido.
El vicepresidente ha señalado la importancia para Andalucía de este foro de reflexión, dada la “condición fronteriza” de la comunidad, que “nos convierte en un enclave geoestratégico único para Europa en su relación con el Mediterráneo y con África septentrional en particular”. Según ha explicado, esta situación alienta el compromiso de la comunidad “en estar presente en todos los escenarios institucionales que nos permitan ser observadores de nuestro entorno, y aportar nuestras opiniones y experiencias, en un clima de lealtad institucional con el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación”.
Así, se ha referido a la participación de Andalucía en la Conferencia de Regiones Periféricas y Marítimas de Europa y en la Comisión Intermediterránea. Igualmente, ha destacado que la comunidad es miembro de la Asamblea Local y Regional Euromediterránea y de la Asociación de Regiones Fronterizas Europeas, al tiempo que ha recordado el “esfuerzo” por mantener junto con el Gobierno de Marruecos, la Fundación de las Tres Culturas del Mediterráneo.
Jiménez Barrios ha señalado la conveniencia de este debate en un momento en el que el Magreb y el Mediterráneo viven “conflictos y tensiones” y por el “fenómeno gravísimo de crisis humanitaria derivado de la migración por los conflictos armados”. En este sentido, ha lamentado “la falta de resultados e incluso de sensibilidad de algunas instituciones y algunos Estados que, en mi opinión, actúan con una visión cortoplacista”.
Riesgos y oportunidades
Según ha destacado, en Europa tenemos, en este momento, “riesgos compartidos, pero también oportunidades mutuas”. En particular, ha apuntado “tres problemas que preocupan crecientemente: la seguridad, la inmigración y la dependencia energética”. En su opinión, para que estos tres grandes temas entren en vías de solución es necesario ese “relanzamiento de la cooperación euromediterránea” y, especialmente en asuntos “que interesan a todos”, porque “lo que no es admisible es que Europa dé la impresión de que sólo hace esfuerzos en los asuntos en los que tiene especial interés”.
Así, ha explicado que “los problemas de seguridad, así como el incremento de los extremismos, de los fundamentalismos o de la xenofobia son muy graves y a todos nos corresponde combatirlos, pero no podemos consentir que los árboles del radicalismo no nos dejen ver el bosque de la desigualdad, que está en la raíz de muchos de los conflictos existentes”. “Europa debe salir de esta situación, apretar el acelerador y dar señales reconocibles de que el Sur es una prioridad clara en la política de la Unión”, ha apostillado.
En este sentido, ha señalado que el Magreb, constituye “un conjunto de inmensa posibilidades de desarrollo, en cierta medida lastradas por el escaso avance en la integración económica y social entre estos países, que se refleja en unos intercambios poco importantes en relación a las potencialidades”.
En su intervención, ha recordado algunas de las iniciativas que está desarrollando la Junta con esta zona. Así, ha señalado las relaciones bilaterales en crecimiento con Marruecos y Argelia, en materia empresarial y económica, y ha avanzado que este año se prevé la organización de jornadas como el IV Encuentro Internacional de Construcción Andalucía-Oriente Medio y Magreb, el IV Encuentro de Biotecnología Andalucía y Marruecos. Del mismo modo, ha reseñado que, en colaboración con la Fundación Tres Culturas, se organizan cursos como ‘Cultura para los negocios en el Magreb’.
Del mismo modo, ha abogado por impulsar las relaciones promovidas por la iniciativa pública o privada en los más diversos terrenos, desde el económico y comercial al universitario, con especial incidencia en la cultura. En este punto se ha referido al reciente Foro Andalucía-Magreb sobre diversidad cultural, celebrado en febrero y organizado en Sevilla por la Fundación Tres Culturas del Mediterráneo, del que salió la propuesta conjunta de iniciar el trámite para la declaración por la UNESCO de la música andalusí como patrimonio de la Humanidad.
Del mismo modo, ha recordado que el Gobierno andaluz, en compañía de otros gobiernos regionales de la cuenca mediterránea, “ante la crisis migratoria, fue promotor en mayo del año pasado del manifiesto “Todos somos mediterráneos”, auspiciada desde la Comisión Intermediterránea”.
El vicepresidente ha concluido recordando que el gran reto que existe en el Mediterráneo Occidental es el refuerzo de la cooperación entre todos los actores de una zona, con enormes posibilidades de desarrollo, por lo que “tenemos que estar a la altura de los desafíos”.
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