La Junta presenta un estudio que desvela la vulnerabilidad que sufren las mujeres en situación de drogodependencia
La consejera de Igualdad y Políticas Sociales, María José Sánchez Rubio, ha presentado hoy el estudio 'Perspectiva de género en el tratamiento de las drogodependencias en Andalucía', una investigación desarrollada en colaboración con la Escuela Andaluza de Salud Pública, y que tiene como objetivo conocer las causas del menor acercamiento a los recursos de las mujeres en situación de drogodependencia, con el fin de diseñar medidas de intervención adaptadas a sus necesidades.
El estudio servirá como instrumento para el diseño de medidas concretas en el marco del III Plan Andaluz sobre Drogas y Adicciones 2016-2021, aprobado recientemente en Consejo de Gobierno, y que tiene entre sus líneas estratégicas desarrollar la perspectiva de género de manera transversal en todas las políticas y actuaciones que se desarrollen. El plan cuenta con una dotación presupuestaria próxima a los 37 millones de euros anuales.
Según ha destacado la consejera, de las 38.694 personas que en la actualidad están en tratamiento por drogodependencia en Andalucía, sólo un 14,7% (5.700) son mujeres. Sin embargo, pese a la menor incidencia numérica, Sánchez Rubio ha explicado que la mujer drogodependiente sufre una "triple vulnerabilidad que debemos tener en cuenta en el momento de una intervención", ya que al hecho de ser mujer y de tener una adicción se suma el rechazo social, mayor que el del hombre adicto, debido a los roles de género que las mujeres "están socialmente obligadas a cumplir" (cuidadora, madre, responsable del hogar y la familia,...).
El estudio, de carácter cualitativo, plantea tener en cuenta estos factores para un mejor diagnóstico y para el diseño de un protocolo específico de actuación con mujeres drogodependientes, adaptado a sus necesidades.
La investigación se ha realizado a través de entrevistas en profundidad con profesionales de la Red andaluza de Atención a las Drogodependencias. Entre las principales conclusiones destaca el hecho de que las situaciones de maltrato y desigualdades estructurales son más comunes entre las mujeres en comparación a los varones con problemas de adicciones.
A ello se suma la necesidad de formación de las personas profesionales que las atienden, ya que los aspectos psicobiográficos de las mujeres señalan factores de riesgo añadidos como traumas, machismo o situaciones de injusticia social, lo que requeriría un tratamiento específico.
Junto a ello, el estudio señala que el consumo de drogas legales está más extendido entre las mujeres, especialmente en edad adolescente.
En el informe, algunas personas profesionales enfatizan los frecuentes “problemas de salud mental” (ansiedad, insomnio, síndrome de estrés postraumático, trastornos de personalidad, ...), por lo se propone la mejora del trabajo integral, en colaboración con los servicios sanitarios y con los de atención a la salud mental.
El estudio plantea además trabajar en el empoderamiento de las mujeres en tratamiento, y en la erradicación de los procesos de aislamiento social, promoviendo y mejorando sus relaciones sociales y familiares, ya que muchas de ellas llegan en una situación de baja autoestima.
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