La consejera de Igualdad y Políticas Sociales, María José Sánchez Rubio, y la consejera de Cultura, Rosa Aguilar, han asistido hoy en la Casa de la Provincia de Sevilla a la presentación y proyección del documental ‘Las víctimas sin llanto’, un trabajo dirigido por la realizadora Sara Gallardo y la periodista Vanessa Perondi que se detiene en la intrahistoria de nueve mujeres que con su testimonio le han ganado la batalla al silencio, contando lo que les ha tocado vivir tras la Guerra Civil en la provincia de Cádiz.
En su intervención, la consejera de Igualdad y Políticas Sociales, María José Sánchez Rubio, ha destacado el “valor social” que aporta el documental ‘Las víctimas sin llanto’ porque “nos permite conocer mejor la historia de muchas mujeres valientes que vieron sus vidas truncadas por el hecho de ser mujeres”. “Históricamente siempre hemos sido las olvidadas, las ignora-das; durante la dictadura y represión franquista padecimos y sufrimos una doble y triple victimización” ha señalado, recordando en la presentación de este documental además que la “memoria histórica es tan necesaria desde el punto de vista de ejercicio de democracia como desde un punto de vista social”.
Ha agradecido a las autoras del documental Sara Gallardo y Vanessa Perondi el trabajo realizado porque sirve “muy especialmente para no olvidar de donde partimos y lo que hemos logrado en estos años y que no podemos permitir que nos arrebaten”. Del mismo modo, las ha felicitado por documentar la represión franquista con perspectiva de género puesto que con ello han puesto “su granito de arena en la apuesta por afianzar el cine, el documental en este caso, en clave de mujer”.
En este sentido, ha recordado que el Instituto Andaluz de la Mujer, a través del Observatorio Andaluz de la Publicidad no Sexista, trabaja intensamente por erradicar los estereotipos machistas. Asimismo, ha mostrado su agradecimiento porque el Anteproyec-to de Ley del Cine en Andalucía contemple la igualdad de trato y de oportunidades entre mujeres y hombres en la industria cinematográfica y de la producción audiovisual.
Ha finalizado reivindicando “más mujeres con miradas como las de Vanesa y Sara, o como la de Josefina Molina, “intrusa” en su momento en un ámbito absolutamente masculinizado como era la dirección cinematográfica, o como la de Icíar Bollaín, que en su desgarradora “Te doy mis ojos” nos mostró las entrañas y la barbarie de la violencia de género”.
Por su parte, la consejera de Cultura, Rosa Aguilar, ha manifestado que dar voz a las mujeres, hijas y nietas de los represaliados es un acto de justicia; con este documental, fruto de un trabajo comprometido, se ha puesto el foco en las mujeres que no la tuvieron y a las que han querido borrar de la historia”.
Para Aguilar “hay que incorporar en el ámbito de la igualdad la memoria democrática para que las mujeres de ese tiempo se sitúen en primera línea” y en este sentido ha subrayado que “hablamos de mujeres comprometidas que hay que reconocer para que el silencio se rompa y el llanto se pueda escuchar”.
Sobre el documental Aguilar ha añadido que Vanesa Perondi y Sara Gallardo “han puesto rostro de mujer a una situación que sufrieron miles de ellas en silencio” y que los testimonios que han recogido “nos hacen reflexionar, llegan a nuestro corazón, y desde ahí apelan a nuestro sentido de la responsabilidad, para posicionarnos para siempre frente a la discriminación y contra la violencia”.
Asimismo, la consejera ha subrayado el papel andaluz en las políticas de Memoria. Así ha dicho que “desde la perspectiva que tiene el Gobierno andaluz de compromiso por saldar la deuda con las víctimas de la represión franquista y con sus familiares, que no es causal que en estos momentos se esté debatiendo en Andalucía una Ley de Memoria Democrática que asume las recomendaciones de la ONU, que amplia el concepto de víctima y que se basa en los principios de verdad, justicia y reparación para la no repetición”.
Por último, la consejera ha afirmado que ésta es “una ley de y para una democracia consolidada” y que constituye “una buena ocasión para la convivencia, para garantizar el derecho ciudadano a la verdad, cerrando heridas y reparando daños, construyendo así juntos desde el presente un futuro de convivencia asegurada”.
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