20 de noviembre. Día mundial de la Infancia
Día Mundial Infancia (Foto ONU)
El 20 de noviembre se celebra el Día Universal del Niño, también conocido como Día Mundial de la Infancia.
En esta fecha se conmemora la aprobación de la Convención de los Derechos del Niño (1989), un texto de obligado cumplimiento para todos los países firmantes (es el tratado más ampliamente respaldado, con 196 naciones firmantes, siendo Estados Unidos el único país que no ha completado el proceso de ratificación).
En los 54 artículos de la Convención y sus tres protocolos facultativos (que versan sobre la participación de niños en conflictos armados; sobre la venta de niños, la prostitución infantil y la utilización de los niños en la pornografía y el relativo a un procedimiento de comunicaciones) se recogen los derechos económicos, sociales, culturales, civiles y políticos que todos los niños, niñas y adolescentes tienen derecho a disfrutar.
Este día sirve, entre otras cosas, para reconocer la labor de las personas y profesionales que trabajan a favor de los niños, niñas y adolescentes y continuar poniendo el foco de atención en las necesidades de los más pequeños para que todos ellos, con independencia del lugar de nacimiento o procedencia, estén protegidos, seguros, con salud y educación.
La importancia de la infancia y adolescencia queda también recogida en el III Plan Andaluz de Cooperación para el Desarrollo 2020-2023, tanto en la consideración de destinatarias y destinatarios prioritarios por ser personas que se encuentran en situación de vulnerabilidad o en riesgo de exclusión social, reconocidos y protegidos por la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 (“La infancia y la juventud en riesgo, con especial atención a la lucha contra la explotación infantil ya los y las menores que estén excluidos del sistema educativo y a los jóvenes excluidos del mercado de trabajo, y a quienes padecen discapacidades”) como en su consideración de agentes transformadores (“Los niños, niñas y jóvenes son agentes fundamentales del cambio, que encontrarán en los ODS una plataforma en la que participar y encauzar su capacidad activista y transformadora hacia un mundo mejor. Como titulares de derechos les corresponde ser los protagonistas de la reflexión sobre el futuro, su futuro, y a ellos se les debe devolver el debate y control de esa sociedad que queremos ser”).
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