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Resumen de la publicación
La población romá o gitana constituye el grupo humano culturalmente diferenciado más numeroso en nuestra comunidad autónoma ya que se estima que residen más de trescientas mil personas en Andalucía.
En los hechos del condestable D. Miguel Lucas de Iranzo, se recoge el honorable recibimiento que brindó como gobernador de Jaén a los primeros grupos de gitanos y gitanas que llegaron a nuestras tierras un 22 de noviembre de 1462.
Desde entonces, han sido innumerables y ricas las aportaciones de este pueblo al acervo cultural y patrimonio andaluz, pese a las pragmáticas desarrolladas durante siglos que les despojaban de su identidad como pueblo.
Hoy las personas integrantes del Pueblo Gitano en Andalucía tienen, al amparo de la Constitución de 1978, del Estatuto de Autonomía de Andalucía, y del resto de nuestro ordenamiento jurídico, los mismos derechos y deberes que el conjunto de la ciudadanía.
Sin embargo, son tristemente recordados los episodios en los que familias gitanas, por el mero hecho de serlo, han sufrido la violencia del racismo estructural que, lamentablemente, todavía hoy pervive en nuestra sociedad y en nuestras instituciones, y han sido víctimas de violencias contra su persona y su patrimonio, en diferentes puntos de Andalucía. Incidentes que, como en el resto de España y en otros países europeos, lejos de suponer casos aislados, cuentan con varios antecedentes, caracterizados todos ellos por responder al mismo patrón: responsabilizar y violentar a un grupo, por hechos cometidos por alguien a título individual.