I Estrategia para la Igualdad de trato y no discriminación de las personas LGTBI y sus familiares en Andalucía 2024-2028.

La Consejería de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad de la Junta de Andalucía, desarrolla la I Estrategia para la Igualdad de Trato y no Discriminación de las personas LGTBI y sus familiares en Andalucía 2024-2028, como herramienta integral para el fomento de la igualdad efectiva y la reducción de las situaciones de vulneración y discriminación por razón de la orientación afectivo-sexual, identidad de género o expresión de esa identidad.

Esta estrategia pretende superar la histórica invisibilidad y falta de reconocimiento de los derechos de las personas lesbianas, gais, trans, bisexuales e intersexuales, generar acciones socio-políticas que incidan en todos los campos de la ciudadanía andaluza y fortalecer el tejido asociativo como referente de la participación ciudadana en la lucha y reivindicación de sus derechos. La misma atiende y respeta toda la diversidad existente, dado que el colectivo LGTBI no es un todo homogéneo, sino que existen realidades y situaciones distintas. Conviene tener presente la especial vulnerabilidad de las personas LGTBI de avanzada edad, o las personas migradas o solicitantes de asilo, las que están privadas de libertad, las que se dedican al trabajo sexual, las personas menores y adolescentes, las personas víctimas de discriminación múltiple, como mujeres trans, personas intersexuales o bisexuales, estas últimas invisibilizadas hasta la fecha, por la consideración errónea de un estado transitorio entre distintas orientaciones afectivo-sexuales. Por tanto, la I Estrategia para la Igualdad de Trato y no Discriminación de las personas LGTBI y sus familiares en Andalucía 2024-2028 pretende trabajar y garantizar los derechos de las personas LGTBI en su más amplia diversidad, desde el respeto, la libertad y la no discriminación como ciudadanía.

Esta estrategia nace con la convicción de que todas las personas en su diversidad de orientaciones afectivo-sexuales, identidades sexuales o expresiones de esa identidad deben poder disfrutar, como parte integrante de la ciudadanía, de plenitud de derechos y libertades en todos los aspectos de su vida. Reconociendo, además, que la identidad de género y su expresión, como la orientación afectivo-sexual que cada persona defina para si es esencial para su personalidad y constituye uno de los aspectos fundamentales de su autodeterminación y dignidad.