La Junta evalúa y clasifica los polígonos y áreas industriales para identificar acciones de mejora
Vista aérea del Polígono Industrial La Negrilla, en Sevilla.
El Consejo de Gobierno ha tomado conocimiento de los trabajos de evaluación de los polígonos y áreas industriales realizados por la Consejería de Industria, Energía y Minas para contar con una radiografía detallada de estos espacios productivos con el objetivo de identificar sus principales necesidades e impulsar las acciones de mejora.
Estos trabajos establecen una clasificación en tres niveles que permitirá conocer los equipamientos de los que disponen, poner en valor sus ventajas competitivas y fijar objetivos para mejorar, al tiempo que se insta a dicha Consejería a poner en marcha mecanismos de colaboración público-privada para aplicar esta clasificación en los municipios adheridos a la Red de Ciudades Industriales de Andalucía.
Los resultados de este informe, elaborado en el marco del protocolo de colaboración suscrito entre la Consejería de Industria, Energía y Minas y la Confederación de Empresarios de Andalucía en diciembre de 2022 para impulsar la mejora de los polígonos y áreas industriales, forman parte de los trabajos preparatorios del anteproyecto de ley de Espacios Productivos en Andalucía, cuyo borrador estará listo en el primer trimestre de 2024.
De esta forma, se aborda la caracterización de las áreas y polígonos industriales andaluces atendiendo a su distribución provincial, los tipos de actividades que albergan, su estado de desarrollo u ocupación, las infraestructuras para el desarrollo industrial que reúnen, el modelo de gestión y gobernanza implantado, los servicios, aspectos operativos o sus oportunidades de mejora.
En base a esta evaluación y caracterización, el informe presenta un sistema de clasificación para categorizar los espacios productivos en función de sus infraestructuras, equipamiento, tipo de servicios, especialización logística, productiva y en innovación, grado de sostenibilidad o disponibilidad de infraestructura digital, entre otros elementos. Así, se plantean tres tipos según criterios generales, de especialización y sostenibilidad.
A nivel general se dividen en "operativo básico", "avanzado" y "avanzado excelente". En relación a la especialización se establecen los siguientes niveles: espacio innovador, enfocado al desarrollo de tecnología e I+D+i; innovador urbano, focalizado en desarrollo de tecnología e I+D+i, cercano a un cierto volumen de población y a un centro de estudios técnicos universitarios; logístico; espacio productivo, con implantación mayoritaria de empresas manufactureras e infraestructuras específicas para satisfacer sus necesidades; y espacio productivo de alta capacidad, que además incorpora infraestructuras que demandan los grandes fabricantes.
Finalmente, se incorporan etiquetas que certifican el nivel de digitalización y de compromiso con la sostenibilidad: espacio digital, si cuenta con sistemas de monitorización de actividades, telecomunicaciones de muy alta velocidad, facilidades para negocios TIC y apoyo a la digitalización de pymes; espacio sostenible, con diversas medidas enfocadas a la minimización de su impacto en el medio ambiente; y espacio ECO-green, que incorpora iniciativas que garantizan una huella de carbono prácticamente nula.
Atendiendo a estos resultados, se extrae que Andalucía cuenta con 2.302 espacios productivos que ocupan 3.513 hectáreas repartidos en 542 de los 785 municipios de la comunidad y que albergan a 40.340 empresas, según datos de 2022 del Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía (IECA) y de su herramienta de Espacios Productivos de Andalucía. De ellos, 456 se encuentran aún en planificación sin que se haya abordado su desarrollo, o bien están sin ocupar o con pocas parcelas edificadas.
Por tamaño, el 46% de los espacios productivos tiene una superficie inferior a cinco hectáreas, contando con 1,5 hectáreas y 18 establecimientos de media. Además, las actividades mayoritarias se corresponden con servicios (823 espacios), actividades industriales y construcción (631 espacios), y logística (52). En términos de superficie según la actividad, la industrial ocupa el primer puesto con 1.035 hectáreas, seguida de 60 hectáreas para comercial, 53 hectáreas para oficinas y 20 hectáreas para almacenes.
En cuanto al nivel de equipamiento con el que cuentan, se ha analizado la información disponible en fuentes públicas sobre 477 polígonos y áreas industriales en Andalucía, de la que se extrae que el 97% de los espacios productivos dispone de servicios esenciales como agua, viales, luz y recogida de basuras, mientras que en torno al 60% cuenta con servicios adicionales como red contra incendios/hidrantes, restauración, redes de telecomunicación y señalización. Un 30% tiene equipamientos como puntos limpios, vigilancia, instalaciones deportivas, estación de servicio, supermercados o zonas verdes, y menos del 10% dispone de centros de empresas, suministro de gas, depuradoras de agua, carril bici, guarderías, entidades financieras o asistencia sanitaria.
El informe aborda las principales fortalezas, oportunidades, amenazas y debilidades de los espacios productivos, que varían en función de su ocupación y actividad. Así, en polígonos con bajo nivel de ocupación destacan las dificultades en el mantenimiento, mientras que en los de alto nivel de ocupación se evidencia la necesidad de más zonas de aparcamiento, ampliaciones, desarrollo industrial de nuevos sectores, así como una mejora de información o localización de las empresas instaladas. También se apuntan mejoras en el suministro eléctrico en media y baja tensión y del servicio de vigilancia, de viales y acerado, del transporte público, así como la conveniencia de contar con entidades financieras en el área industrial, más puntos limpios y de separación y acumulación de residuos como algunas de las demandas más reseñadas.
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