Andalucía facilita que 633 menores infractores cursen estudios mientras cumplen medidas judiciales de internamiento y el 60% aprueba
El consejero, durante una visita al CIMI Odiel.
Un total de 633 jóvenes que cumplen medidas privativas de libertad impuestas por los jueces en los centros de internamiento de menores infractores (CIMI), gestionados por la Consejería de Justicia, Administración Local y Función Pública, han realizado estudios de formación reglada o no reglada durante el curso escolar 2023/2024. De ellos, el 59,87% han logrado promocionar, bien obteniendo el título correspondiente o superando el curso para poder pasar al siguiente.
El consejero de Justicia, Administración Local y Función Pública, José Antonio Nieto, ha defendido que “la formación académica es parte fundamental del programa de reeducación de los menores infractores ya que es un factor de inserción social de primer orden”. “Contribuye a orientar su vida al tomar conciencia de que tienen opciones para desarrollar su futuro, a aumentar su autoestima, a adquirir hábitos y rutinas y a aprender a respetar normas de conducta en entornos sociales como las clases”, ha subrayado.
En función del régimen impuesto por los jueces y el programa individualizado de intervención, se propicia que los menores acudan a centros de la zona como los Institutos Provinciales de Educación Permanente. Para ello, Nieto ha explicado que existe un convenio de colaboración entre las Consejerías de Justicia y Desarrollo Educativo que facilita su matriculación en cualquier momento del curso.
No obstante, los CIMI también cuentan en sus equipos con docentes y personal educativo para ayudar a los jóvenes e impartir clases de apoyo para aquellos menores sin competencias básicas de lectura y escritura, así como para preparar pruebas de acceso a estudios reglados. Además, ofrecen talleres de capacitación profesional y programas de orientación laboral.
En el presente curso, 452 jóvenes de los CIMI han estado matriculados en estudios reglados. En concreto, 90 en ESO (de los que 53 han pasado de curso), 280 en Educación Secundaria para Personas Adultas (192 han promocionado), 23 en FP Básica (nueve de ellos han aprobado), otros 23 en grados medios o superiores de Formación Profesional (de los que 11 han superado el curso), 34 en Bachillerato (han promocionado 15) y dos han seguido estudios universitarios (de los cuales uno ha superado las asignaturas en las que se ha matriculado).
Así, en total han promocionado 62,17% si bien hay que tener en cuenta que la duración de las medidas varía y no siempre la estancia de los menores en el CIMI coincide con el curso completo.
Otros 181 menores han seguido estudios de formación no reglada, con una tasa de promoción del 51,14% (98 jóvenes). En concreto, 22 han realizado cursos de alfabetización, 17 de neolectura, 19 de formación básica, 58 se han preparado las pruebas de acceso a distintos estudios académicos (30 de ellos lo han logrado) y 65 han participado en acciones formativas y talleres varios con los que cuentan los centros.
De los 633 menores infractores de los CIMI que han estudiado este curso, 530 son chicos y 103 chicas, Además, 168 cumplían medidas de internamiento terapéutico (124 chicos y 44 chicas), que los jueces determinan en el caso de jóvenes con problemas de salud mental y adicciones.
En Andalucía existen 13 CIMI con 701 plazas en total (masculinas y femeninas). Los jueces de Menores pueden imponer internamiento en régimen cerrado, abierto, semiabierto, de fin de semana o terapéutico. Cuentan con unidades de internamiento terapéutico los dos centros de Almería (El Molino y Tierras de Oria) y de Cádiz (La Marchenilla y Bahía de Cádiz) así como el CIMI Sierra Morena de Córdoba, el centro Genil de Granada y Los Alcores en Sevilla.
Durante el año 2023 pasaron por los CIMI andaluces 1.124 menores infractores, la mayoría varones (959 chicos y 165 chicas), la mitad de ellos de entre 16 y 17 años y más del 85% de nacionalidad española.
Nieto ha puesto valor el sistema de Justicia Juvenil andaluz que es “un referente a nivel nacional y europeo gracias al compromiso de los profesionales, que va mucho más allá de lo estrictamente laboral”. “El presupuesto que dedicamos a los CIMI no es un gasto, es una inversión porque recuperamos para la sociedad a jóvenes que aún tienen mucho que aportar”, ha concluido.
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